Ana Serrano Navarro

Accounts of sessions and their creative processes are the necessary material for professional supervision. Thus, the construction of a case is a creative process in which the art therapist relies on instruments of different kinds: notes, texts, records, plastic or poetic resonances, images of the works, until s/he manages, through this narrative, to give shape to the feelings of the person who trusts in what they are creating together. The therapist works to bring this to the supervisor and together, co-build the narrative memory of each case as a unique experience of meaning. The supervisor listens to the story and in turn builds for themselves a new image.

This paper addresses some of these concepts, illustrated by clinical vignettes of cases or situations such as those above described, as well as the analysis of the experiences of both art therapists and supervisors within the supervised-supervisor relationship.

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El espacio de supervisión como espacio de memoria

La memoria se construye en discursos narrativo-visuales que adquieren sentido en relación con la subjetividad.

Los arteterapeutas somos contadores de historias: las de las personas con las que trabajamos, las de las personas a quienes formamos, las que construimos sobre los autores a los que leemos,…Y todas ellas, al final, son también nuestras propias historias.

En las formaciones, en las sesiones y en las supervisiones, una escena, una imagen o vínculo anterior se hacen presentes con claridad en nuestra mente para ilustrar algún aspecto relevante del presente. El recuerdo atraviesa el cuerpo y así, la experiencia acumulada genera una constelación de saber que conecta unas vivencias con otras, conectando el dolor una persona con el dolor de otra y a su vez, con el propio dolor. Se tejen a ritmo de resonancia estética y relacional, y de contratansferencia para entender cuánto de lo propio del arteterapeuta se pone en juego en el trabajo con las personas.

Los relatos de las sesiones y sus procesos creadores constituyen el material necesario para la supervisión profesional. Así, la construcción de un caso es un proceso creativo en el que el arteterapeuta se apoya en instrumentos de diversa naturaleza: notas, textos, registros, resonancias plásticas o poéticas, imágenes de las obras, …hasta que logra, mediante su narrativa, dar forma al sentir de la persona que confía en lo que juntos están creando. Trabaja para que le llegue al supervisor y juntos, co-construir la memoria narrativa de cada caso como una experiencia única de sentido. El supervisor escucha el relato del que a su vez construye una nueva imagen.

La presente comunicación aborda algunos de estos conceptos, ilustrados mediante viñetas clínicas de casos o situaciones como las descritas, así como el análisis de las experiencias de arteterapeutas y supervisores en relación con la relación supervisando-supervisor.